En Chile existen aproximadamente 2.068.072 personas con discapacidad, de este total, 157 mil estudian y aproximadamente 80 mil están fuera del sistema educacional. La cobertura escolar y universitario para este grupo es limitada, ya que, no se cuenta con los recursos humanos, es decir, con el personal idóneo para atender las necesidades que requieren estos estudiantes.
Según los datos del Estudio Nacional de la Discapacidad, en la Región del Bío Bío el 15,11% de la población presenta algún tipo de discapacidad, esto implica que 1 de cada 7 personas vive con discapacidad, en cualquiera de sus grados, y que el 37,08% de los hogares de la región alberga, al menos, a una persona con discapacidad.
La actividad física deportiva debe ser parte de este programa de educación y rehabilitación en este centro. La practica deportiva tiene un sin fin de beneficios para la salud integral del ser. Es así, como expertos en Educación Física, tal como Berruezo (1997) define este concepto como; “enfoque de la intervención educativa o terapéutica cuyo objetivo es el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, o que lleva a centrar su actividad e interés en el movimiento y en el acto, incluyendo todo lo que se deriva de ello: disfunciones, patologías, estimulación, aprendizaje, etc.”.
Sus aplicaciones preventivas, educativas, reeducativas y terapéuticas, por medio de la practica deportiva permite al individuo desarrollar destrezas motoras gruesas y finas, además de lograr un adecuado control postural, de lograr la orientación espacial. La realizacion de un deporte de tipo colectivo tambien desarrolla en el discente el aumento de habilidades psicoafectivas y motrices. Favorece también el desarrollo sociemocional-afectivo ya que al adquirir destrezas y habilidades hará que el alumno tome conciencia de sus logros y avances, esto ayudará a formar su autoestima, como también a mejorar las relaciones interpersonales. A su vez hace sentir capaz de cumplir una tarea que lo deleita, sin duda alguna, estas experiencias significativas harán que el individuo adquiera mayores aprendizajes y sea un ser mas seguro, capaz de cumplir sus metas. A nivel cognitivo; la vivencia corporal de situaciones favorece el paso de la representación mental de las mismas y a la construcción del mundo de la realidad, abriendo así el camino por los aprendizajes esenciales.